Carta V - Respuestas


Carta al amigo que preguntó : alcanza con un amante solo? Se es fiel al amante? Te enamoras del amante? Se cela a un amante? Se le entrega todo al amante?

Ramos Mejía, 16 de octubre de 2012

Mi tan querido amigo.
Como no responder las preguntas que tan estrepitosa y valientemente me haces llegar, ante la angustia gris de saberme en otros brazos, y luego de tanto tiempo de confidencias.

No puedo dejar de ser sincera en esta hora en la que la nube gris de los celos se ha posado en tus pensamientos; y aunque duela, debo dar una respuesta afirmativa, a todas y cada una de tus indagaciones. Y te respondo con un suspiro en cada afirmación, con la felicidad escapándose de mis labios y con un vuelo fugaz hacia sus ojos.

Efectivamente amigo, alcanza con un amante solo. Claramente como alcanza la luz de luna en noches de enero, esa luz embriagadora que se cuela por la ventan para iluminar nuestros sencillos sueños; al igual que alcanza en la ruta la compañía de un solo sol; así como alcanza la certeza de saber el camino.

A mi modo de ver, no solo alcanza, sino que te sobrepasa, te inunda, te contiene, te llena y te completa.

Es por eso que se le es fiel al amante. Ciertamente, como a la conciencia misma, pues un amante es más que el sacerdote al que le cuentas tus pecados, a el le cuentas hasta tus sueños, tus deseos más íntimos, tus fantasías más secretas, pues sabes que dará todo, por hacerte vivir esos sueños, cumplir con tus deseos y hacerte vivir cada fantasía. Es que él es, el pecado mismo y estamos unidos como la carne al hueso, en una promesa eterna de silencio y de amor, de lujuria y pasión. Y aun cuando todo eso termina, el se convierte en devoción, pues es descanso; en esperanza. Claro que se le es fiel, como a la paz que hay en nuestro interior, como a nuestras convicciones, como a cada una de nuestros ideales guardados en lo más profundo del corazón.

 Si, amigo mío, te enamoras del amante. Loca y perdidamente. Como de la virtud, como se enamora uno de un sueño, como el naufrago de la balsa que lo salva, como el ángel de sus alas, como se enamora uno de un paisaje que embelesa, de una tarde que cautiva, de un amanecer que da vida. Si, enamorarse con el cuerpo y con el alma, con desesperación y al mismo tiempo indolencia, al saber que queda poco tiempo, pues  ya sabes mi amigo, nada dura para siempre. Si, uno se enamora y espera, sueña y ansía, e inevitablemente ama y cela, hasta el aire que respira.

 Es inevitable amigo, se cela al amante, como a nadie. Como no hacerlo? si el tiempo es corto para estar a su lado, si hasta la brisa puede besarlo cuando quiere, si hasta las sombras duermen cada noche en su lecho y tu, tu solo esperas por un minuto a su lado. Celas como a una parte tuya, que tienes miedo a perder, pues has dejado de ser tu, y tu amante ya no es otro ser, en esos cortos instantes somos un “nosotros” unidos por un sentimiento tan tierno que duele y desgarra por dentro, que ilumina los ojos, humedece los labios y hace temblar cada centímetro del ti, de él, de nosotros. Con sus manos te hace tan suyo que te entregas, de tal manera que temes perderte entre sus yemas, naufragar en sus labios y aún así, aún así te enamoras y le entregas hasta la última gota de ti.

 Claro que se entrega todo al amante. Y quizás es por eso que solo alcanza con uno a quien darle absolutamente todo lo que somos tan solo en un instante en el que podemos estar juntos.
 
 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta X

Carta XI